La Feminidad Genuina

Publicado en por Graziella Negri

¿Quieres ser perfecta? ¿Estás obsesionada con cumplir las exigencias del otro? ¿Vives en la indefinición, negándote a ti misma para ser tenida en cuenta por la sociedad, para ser amada por el hombre y no sentirte excluida del sistema? ¿Has asumido el rol de los hombres olvidando tus necesidades? ¿Tienes espacio en tu vida para descubrir tu interior sin exigencias? ¿Conoces que es lo que realmente te da placer para desarrollarte libremente sin expectativas? Estas preguntas no tienen que ver con ser feminista o no, es algo mucho más profundo. ¿Alguna vez te has escuchado de verdad a ti misma sin sentirte culpable por no hacer lo que debes o tienes que hacer? ¿Te aceptas totalmente ante los demás, en tu autoridad y soberanía? ¿Eres capaz de conectar con tu deseo profundo, con tu creatividad? ¿Te amas a ti misma?

Estas mismas preguntas me las he estado haciendo yo todo el verano y he llegado a la conclusión de que lo que conocemos como femenino no es lo que somos o hemos sido las mujeres, sino lo que el patriarcado ha construido para nosotras, es decir, un modelo que preconiza la sumisión, la pasividad y el silencio, y al que nos hemos tenido que adaptar. Y como consecuencia de ello hemos perdido contacto con nuestra identidad más profunda, nos hemos insensibilizado a nosotras mismas.

En mi opinión muchas mujeres en la actualidad sentimos dolor por no poder expresarnos tal y como somos, enteras, con todos nuestros aspectos sexuales y agresivos ya que el miedo está siempre pendiente en nosotras, ya sea el miedo a ser abandonadas, excluidas o a comportarnos tal y como sentimos, y/o pensar simplemente en nosotras mismas..

Necesitamos cambiar el paradigma con el fin de construir una conexión con nosotras mismas para soltar el miedo y poder sentir el placer en nuestro cuerpo. Hay que hacer un trabajo corporal para conseguir este cambio, en el que la mujer pasa de ser víctima a amante, liberando la resistencia física que el miedo ha contenido y flexibilizar la rigidez de las ideas a través de la expresión corporal.

El estrés causado por un estado interno en el que las células están en modo de protección y no de crecimiento nos desconecta del cuerpo y del deseo y no nos permite percibir al otro como alguien con quien compartir o como una posible fuente de placer.

Necesitamos liberarnos del rol de las creencias y de los prejuicios que pesan sobre nosotras ya que esa es la solución para poder buscar el placer y ser más feliz a través de nuestro cuerpo y sus recursos.

También es necesario salir de la dicotomía hombre-mujer dejándonos ser lo que somos, alejándonos de los roles y creencias que caen sobre nosotras como mujeres para ser libres y recuperar una autoestima y un valor que se nos ha negado durante siglos.

Al ser expulsadas de lo divino con la llegada de la sociedad patriarcal se nos arrebató nuestro valor intrínseco, lo natural, lo que es parte de lo sagrado, lo instintivo, lo irracional, lo emocional, lo visceral. Y tenemos derecho a ser como somos y a expresarnos como queramos ya que la naturaleza está bien como está.

Solo si yo me doy permiso para ser como soy puedo experimentar y encontrarme desde mi identidad fuerte con el otro para crear un nosotros, cambiando las relaciones de poder dominador-dominada por una relación de amor hacia mi misma en la que soy como soy, hago lo que quiero hacer y me valoro desde ese lugar.

La mujer deseante hace lo que es verdad para ella, no para complacer a otra persona, ya que el poder de decidir es un factor fundamental para alimentar el deseo. Reconoce que tiene derecho a la fuerza vital, la energía erótica y extática de nuestro ser ya que forma parte de ser humano.

¿Te imaginas como sería tu sexualidad si la consideraras santa y sagrada y que procede de la misma fuente que ha creado a las estrellas, la luna y el mar?

Necesitamos volver a conectar con nuestra sexualidad simplemente como la expresión de esa fuerza vital creadora, necesitamos aprender y experimentar y luego dirigir nuestra energía sexual con o sin acto sexual para nuestro placer y mayor bien. ¿Cómo podrías usarla para beneficiar a otras personas de tu vida?

Necesitamos pensar en nuevas actitudes hacia el hecho de ser sexuales. La mujer deseante nos invita a esta profunda reflexión sobre nuestra verdadera naturaleza femenina.

 

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